LILU’s House: la excepción que debería de ser la norma 

Os presentamos 2 historias, una con final feliz, que dice “Afuera estamos a – 4 ºC y en casa a 19,6 ºC, sin la calefacción encendida” y otra muy diferente, que empieza diciendo “Estamos desesperados…”

LILU’s House: la excepción que debería de ser la norma  

Dos historias 

La primera: me llama el cliente, auto promotor de una casa pasiva con certificación Passivhaus Plus, y me dice, “Afuera estamos a – 4 ºC y en casa a 19,6 ºC, sin la calefacción encendida.”  

La segunda: me llama una familia, recién llegada a su vivienda de nueva construcción, y me dice, “Estamos desesperados… hemos subido la temperatura de impulsión del agua del suelo radiante hasta 51 ºC y aun así pasamos frío… tenemos un consumo energético altísimo y la casa no es confortable. ¿Nos puedes ayudar?” 

Ambas viviendas cuentan un certificado energético A. ¿Por qué, en el año 2023, sigue pasando esto? ¿Por qué hay familias que -después de haber hecho la mayor inversión de su vida y estar ilusionadas en vivir en una casa confortable con facturas energéticas bajas- pasan por lo que está viviendo la familia de la segunda historia? Ya es hora de que esa ilusión se convierta en realidad, y que la excepción, sea la norma. 

LILU’s House: vivienda biopasiva Passivhaus Plus 

LILU´s House corresponde a la primera historia, y funciona, en la realidad. Reúne, bajo un mismo techo, una oficina, un hogar y una unidad de investigación sobre la construcción en madera. Promovida por Pere Linares y Montserrat Lucas, la casa tiene una superficie de 142,4 m2 distribuidos en dos plantas. El arquitecto Oriol Martínez ha creado un diseño moderno y compacto con aperturas cuidadosamente diseñadas y protegidas del sol para maximizar la ganancia solar en invierno y evitar el sobrecalentamiento en verano. 

La vivienda tiene una estructura mixta de entramado ligero de madera y paneles de madera maciza CLT, donde se han priorizado materiales saludables y de bajo impacto ambiental. Con el sistema de construcción completamente industrializado, la calidad y la precisión han mejorado drásticamente. Los sistemas industrializados aportan un tiempo de ensamblaje en obra reducido, menos generación de residuos, menos polvo, menos ruido, más amable con los vecinos y con el planeta. 

LILU´s House pretende ser un laboratorio para la difusión del conocimiento sobre la construcción en madera, biopasiva, y certificada según el estándar Passivhaus.  

La vivienda se monitoriza para comprobar su comportamiento real. La monitorización incluye la concentración de CO2 interior, la temperatura del aire, la humedad relativa y los COVs, junto con el consumo de energía y la producción de energía solar fotovoltaica. La casa cuenta con un generador fotovoltaico integrado en cubierta con 126 tejas fotovoltaicas y una potencia nominal de 6 kWp. Cada año, la vivienda producirá, de media, un 42% más de energía de la que consume.  

Así es LILU’s House: una excepción, que debería de ser la norma.

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